Sabando Suarez, Pedro. Torres-González, Francisco. Lamata Cotanda, Fernando
Datos técnicos
Desde la aprobación de la Ley General de Sanidad en 1986 hasta hoy, el Sistema Nacional de Salud (SNS) y los miles de profesionales que trabajan en él, han realizado un excelente trabajo para contribuir a mantener y recuperar la salud de las personas que vivimos en España.
Sin embargo, los importantes recortes en recursos públicos, como consecuencia de la crisis financiera de 2008 y de las políticas económicas aplicada en España y en la Unión Europea han afectado de forma severa a nuestro sistema sanitario, a la calidad de los servicios y la accesibilidad a los mismos. Por otro lado, las carencias en algunos aspectos de la Ley General de Sanidad y las insuficiencias en su desarollo a lo largo de estos años, han provocado serios problemas de fragmentación, coordinación y gobierno del SNS, afectando a la universalidad y la equidad.
Entretanto, al mismo tiempo que se reducía el presupuesto sanitario público, el gasto farmacéutico seguía aumentando por los precios abusivos de los nuevos medicamentos que no se han sabido o podido controlar. Para "ahorrar" parte de ese gasto, cargándolo al bolsillo de los pacientes, se introdujo en 2012 el copago de las recetas para los pensionistas y se amenazó con otros copagos en las consultas y otros servicios. Mientras, se reducían las plantillas de profesionales sanitarios, sobre todo en Atención Primaria, se ofrecían peores condiciones laborales a los nuevos contratados, y la inversión en equipamiento y tecnología caía en picado.
Los seguros sanitarios, hospitales y centros de diagnóstico privados están aprovechando este deterioro relativo de los servicios sanitarios públicos y se apoyan en las políticas favorables a la privatización de algunas Comunidades Autónomas, como son las concesiones a largo plazo y los conciertos, para aumentar el peso del sector privado con ánimo de lucro.
Estos cambios, sumados a los cambios demográficos, epidemiológicos tecnológicos, obligan a repensar el Sistema Nacional de Salud, entendiendo que, si no se toman medidas urgentes para recuperar los recursos suficiente y garantizar su uso eficiente, el deterioo de la sanidad será grave. Para mantener y consolidar una sanidad universal, equitativa, accesible y de calidad es conveniente avanzar en la vertebración y coordinación del SNS mediante un pacto de Estado para la sanidad, de carácter federal, que refuerce el carácter público de la financiación y gestión del SNS, así como la gratuidad en el m-mento de utilizar los servicios.
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