Sinopsis

Desde los últimos años de la dictadura de Primo de Rivera y la proclamación de la Segunda República hasta el Plan de Estabilización y el abrazo entre Franco y Eisenhower, no pocas declinaciones personales sumaron sus voces a los diversos temas que se proponen, entre el empeño de unas por hacer partícipe a la arquitectura española de las corrientes europeas en boga y la voluntad de otras por seguir dictados y pautas más clasicistas y nacionales. Es la arquitectura española de este arco de 30 años la que pretenden debatir estos textos.

Es un lugar común que las historias que hemos tenido tantas veces por oficiales y pretendidamente cerradas nunca lo fueron, por parciales y tantas veces sectarias. Tras cualquiera de sus posibles capítulos, por breve que sea, resulta fácil descubrir omisiones, contradicciones, revelaciones, desconocimiento incluso, que siempre acaban ofreciendo una versión distinta, más compleja que la inicial, y por tanto más precisa y exacta. Si de arquitectura y de la española del siglo XX hablamos, sabemos bien que las circunstancias y avatares de nuestra particular historia −la observemos desde cualquier ángulo que elijamos− no hicieron más que provocar diferencias y matices de difícil catalogación, si no abiertas disonancias respecto de las corrientes y los movimientos propuestos como canónicos. Así, frente a la ortodoxia dictada por los CIAM y quienes a ella quisieron acogerse, el devenir de los acontecimientos políticos españoles no hizo más que multiplicar opciones y lecturas diversas y diferentes. Desde los últimos años de la dictadura de Primo de Rivera y la proclamación de la Segunda República hasta el Plan de Estabilización y el abrazo entre Franco y Eisenhower, no pocas declinaciones personales sumaron sus voces a los diversos temas que se proponen, entre el empeño de unas por hacer partícipe a la arquitectura española de las corrientes europeas en boga y la voluntad de otras por seguir dictados y pautas más clasicistas y nacionales. Es la arquitectura española de este arco de 30 años la que pretenden debatir estos textos.