Josep Monseny
Datos técnicos
Aunque se están dando pasos para el cambio, aún se percibe demasiada homogeneidad y normalidad, que son factores que inciden directamente en lo que se denomina (tras)torno –alteración– de la conducta escolar. Los ritmos de aprendizaje iguales, marcados por señales acústicas horarias, están lejos de atender la diversidad. En la educación, lo homogéneo y lo normal constituyen una gran pared que necesita ser derrumbada para poder circular abiertamente por todos los caminos posibles, sin eludir los más tortuosos. Asà se conseguirá llegar a todos y atender adecuadamente los verdaderos trastornos de conducta.
Al lado de los profesionales de la educación, a menudo las familias –no todas– también participan de la obsesión normalizadora que va pareja a la exacerbada exigencia de seguridad. Ante esta situación no tardan en aparecer crisis y alarmas. Es entonces cuando unos y otros necesitan el apoyo de más profesionales de la pedagogÃa y, sobre todo, de la psicologÃa y la psiquiatrÃa que les permitan avanzar. Estos, a su vez, también están sometidos a los elementos principalmente exógenos propios del clima escolar y a los prejuicios que todo saber conlleva.
Por eso, es encomiable que algunos de sus más laboriosos representantes, unidos bajo el trascendente epÃgrafe de clÃnica y educación, reflexionen en este libro con agudeza y sinceridad sobre un tema tan candente y complejo como es el del trastorno de conducta. Entre la profundización de sus planteamientos nos acercan a lo que debe prevalecer: una atención artesana (individual) similar a la ejercida en la cerámica medieval elaborada con un torno, siempre al ritmo y las necesidades de cada persona.