CARLOS GOÑI, PILAR GUEMBE
Datos técnicos
No hay experiencia comparable a la de ser madre o padre. Sin duda, porque en ella salimos infinitamente enriquecidos. Cada hijo nos trae el mismo mensaje: “A partir de ahora todo va a ser al revés: aprende el que enseña, recibe el que da, queda lleno el que se vacÃa”. El poeta inglés George Herbert decÃa que “un padre vale por cien maestros”; nosotros pensamos que la frase también se puede aplicar a los hijos. Ellos son pequeños maestros que nos enseñan cosas grandes: optimismo, ilusión, imaginación, humor, alegrÃa, confianza, serenidadÂ… Si no fuera por ellos, probablemente no hubiéramos aprendido a mantenernos siempre jóvenes, a aceptar la frustración, a adaptarnos a lo imprevisible, a trabajar en equipo, a gestionar el tiempo, a reajustar las preferencias, a ser prescindiblesÂ…