Sinopsis

Hace tiempo en una entrevista, cuando apareció su primer libro y sabiendo que éramos sus editores, nos preguntaron que cómo era Falsarius. La respuesta nos salió espontánea: un cocinero sin humos. Pensándolo ahora, supongo que el periodista pensó que estábamos haciendo una gracia, un juego de palabras o pretendiendo ser ingeniosos. Nada más lejos de la realidad, porque resulta que la definición es de lo más certera. Porque Falsarius Chef es exactamente eso, un cocinero sin humos. Sin ningún tipo de humos. No hay más que verlo en su salsa (y su salsa favorita es Internet) hablando con los miles de seguidores que tiene en Facebook y en su blog, contestando a sus preguntas, bromeando con ellos, feliz con ese juguete que él ha bautizado como cocina impostora. Y que será todo lo impostora que él quiera, y se utilizarán en ella comida de lata, botes, congelados y toda clase de trampas, pero un tipo capaz de inventar (a estas alturas) un nuevo tipo de hamburguesa y que esté deliciosa, de hacer un plato navideño exquisito con una lata de fiambre de pavo y que encima quedes bien, o de hacerte una sopa de ajo espectacular con un paquetito de picatostes del súper, es que hace una cocina más imaginativa y brillante de lo que él quiere reconocer.


Pero es que además escribe las recetas con un sentido del humor, que engancha incluso a quienes no les interesa en absoluto la cocina, y tiene una sección de cocina en la radio que es seguramente de las más oídas del país, porque es un excelente comunicador. Si se lo comentas, sonríe y cambia de tema. Si por el humo de la vanidad, lo pomposo, lo trascendente y lo petulante (tan tristemente habitual hoy en día en los fogones), se sabe donde está el fuego, la cocina de Falsarius Chef es realmente una cocina sin humos. Una cocina donde todo se guisa risueña y amablemente al calor del talento. (Nota del editor) Fotografías a color.