Clemente DÃaz, M.
Datos técnicos
ampo del derecho siempre ha sido árido para el psicólogo y el estudiante de psicologÃa, ya que ambas ciencias poseen concepciones del hombre y metodologÃas distintas, y han creado teorÃas explicativas diferentes. Por otra parte, mientras que la psicologÃa jurÃdica nace fundamentalmente desde la medicina y el derecho como una necesidad de apoyarse en una explicación de la conducta humana —siendo curiosamente la psicologÃa la menos interesada históricamente en tener presencia dentro del campo judicial—, no es menos cierto que las modernas corrientes jurÃdicas le reclaman a la psicologÃa —y en especial a la psicologÃa social— un papel aún más importante: ser una teorÃa explicativa de por sà del derecho. El derecho regula las relaciones humanas, la psicologÃa estudia el comportamiento humano y la psicologÃa social, en concreto, investiga las relaciones humanas pero no sólo su regulación. Es por ello por lo que tanto la psicologÃa como la psicologÃa social pueden aportar al derecho una base teórica de la que, debido a su funcionalidad y carácter positivista, ha estado ausente de manera habitual. Este libro realiza una propuesta sobre cómo la psicologÃa es capaz de aportar el fundamento teórico del derecho y, además, añade conocimientos en clave psicológica a los que se acercan por primera vez al derecho y al sistema jurÃdico, debido a su formación especÃficamente psicológica.